“Lo bueno de la democracia es que cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera, a salir (del partido), nosotros vamos a seguir en la misma línea. Como le vengo diciendo a los muchachos, hay que seguir trabajando, dando soluciones concretas y mostrando un proyecto coherente”. El mandatario, José Alperovich, se refirió así ayer a la salida formal del intendente, Domingo Amaya, del oficialismo gobernante. Subrayó la palabra “coherencia” al responder sobre la candidatura a gobernador del jefe municipal por fuera del Partido Justicialista (PJ), pero evitó las críticas directas.
El jefe del Poder Ejecutivo resaltó que cada dirigente “es dueño de hacer lo que quiera” . “Si nosotros seguimos trabajando fuerte como venimos haciendo, los ciudadanos después van a votar y elegirán. Cuantos más postulantes haya, mejor”, deslizó.
Minutos antes de que Alperovich hablara con los periodistas en el barrio lindero al Mercofrut, el entorno oficial bullía esperando el anuncio amayista, que se daría casi en simultáneo (finalmente se postergó hasta casi el mediodía). El gobernador llegó y se mostró distendido hasta en su vestimenta: rompeviento blanquísimo, jeans y zapatillas. Tras cortar la cinta sobre una nueva bomba de la SAT, arrojó agua varias veces sobre miembros de su comitiva.
Después de saludar e intercambiar algunas chanzas con la prensa, confirmó que el ministro de Gobierno y Seguridad y su hombre de máxima confianza, Jorge Gassenbauer, se encontraba reunido con Amaya. Explicó, sin embargo, que el motivo de la reunión no era otro que dialogar sobre la oferta que le habían efectuado al dirigente para que mantuviera su cargo en la mesa de conducción del Partido Justicialista (PJ).
Después se hizo tiempo para responder a la oposición que le pidió autocrítica en su próximo discurso-el último- del 1 de marzo. “Nosotros hacemos siempre autocrítica. Pero tampoco sirve sólo hacerla, nos ocupamos en resolver las cosas”, afirmó. Por otro lado, habló sobre el pedido de la agrupación kirchnerista “La Cámpora” para ir en la lista oficial en agosto. “Cuando alguien viene a pedirme un lugar, le digo que hay que trabajar y militar. Es momento de trabajar”, lanzó.
Flaqueando al titular del Ejecutivo estaban sus precandidatos a gobernador y vice, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo. “Considerará que eso es lo que puede ofrecer”, respondió lacónico el ministro de Salud de la Nación respecto de la decisión de Amaya de postularse por fuera del justicialismo. “Estamos en democracia y hay que ver las distintas opciones. Nosotros tenemos un proyecto claro, sabemos lo que queremos hacer. Todos los días caminamos en la dirección de mejorar en la calidad de vida de los tucumanos”, disparó. Por otro lado, reconoció que le gustaría haber enfrentado a Amaya en una interna. “Siempre es lo más saludable, porque la gente vota y se expresa. Formo parte de un partido que tiene un lema central: el que gana conduce y el que pierde acompaña. Eso es el peronismo”, consignó. Desafió después al precandidato amayista a intendente, Germán Alfaro, a mostrar “cuál es su plan de gobierno. El del espacio al que pertenezco es claro; lo ven todos los días”, concluyó.
Al regresar a la Casa de Gobierno, el mandatario estuvo reunido con algunos dirigentes y ministros. Al mediodía, salió de su despacho. De buen humor, hizo bromas sobre su look (“es que ya me estoy yendo de la gobernación”) y se despidió entre risas con un “chau, me voy a andar en bicicleta”.